III Congreso Catequístico Nacional – Crónica

III Congreso Catequístico Nacional

 “Anticipar la aurora, construir la esperanza”

 

Una vivencia del Espíritu…

Del 24 al 27 de mayo se realizó en la localidad de Morón, Provincia de Buenos Aires, el III Congreso Catequístico Nacional que tuvo como lema “Anticipar la aurora, construir la esperanza”; más de 1500 catequistas de todo el país entre Obispos, sacerdotes, laicos, consagrados y religiosos nos reunimos para pensar y reflexionar la catequesis de la argentina en este tiempo.

Fue un encuentro kerigmático donde la alegría de anunciar a Jesús y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés llenaron de gozo nuestro corazón de testigos anunciadores de la Palabra de Dios.

El jueves 24 dio inicio el Congreso con un momento de encuentro y recibimiento mutuo; con la cruz traída por los hermanos del litoral, realizada con las maderas típicas de la región; salimos en procesión hacia el lugar donde se realizaría el Congreso que acontece cada 25 años.

Tanto el viernes 25 como el sábado 26 comenzamos el día con la oración de la mañana pidiendo al Señor la fortaleza y el discernimiento para pensar, buscar y compartir juntos en las 18 comisiones de trabajo, que tenían como eje principal la iniciación cristiana y el itinerario catequístico permanente con algún rasgo particular: kerigma, Palabra de Dios, jóvenes y adultos, familia, conversión pastoral, formación de catequistas, etc.

Desde Roma, recibimos a Monseñor Celso Morga, secretario de la Sagrada Congregación para el Clero, como enviado de la Santa Sede para acompañar el Congreso Nacional; sus palabras iluminaron el trabajo e incentivaron a la búsqueda de caminos nuevos, abiertos a todos y renovados en el Espíritu para la catequesis de nuestro país.

La participación de más de 30 Obispos y 300 sacerdotes entre los 1500 congresistas dio cuenta de la importancia de la catequesis de iniciación cristiana en el contexto de nueva evangelización a la que somos invitados como Iglesia Universal por el Papa Benedicto XVI.

La proclamación de la Palabra de Dios y la celebración de la Eucaristía diaria, nos alimentaron como Iglesia y derramaron la Gracia de la Alianza fraterna, constituyéndonos, más allá de lo diverso y heterogeneo, en un solo pueblo venido de todos los puntos del país. El clima de encuentro, trabajo y fiesta se sostuvieron todos los días del Congreso.

El esquema de trabajo en las comisiones nos invito en primer lugar a ver la realidad de la catequesis en la argentina de hoy; para luego expresar certezas y anhelos que resuenan en el interior de los catequistas y poder plantear así propuestas concretas para la catequesis.

El domingo de Pentecostés, como asamblea de catequistas, todos los congresistas escuchamos las 4 propuestas seleccionadas de cada comisión. La mayoría de ellas expresaron como fundamental una catequesis de Iniciación Cristiana donde la centralidad sea la Palabra de Dios, el kerigma como transversal a todo el proceso catequístico, itinerarios progresivos y diversos donde los sacramentos sean instancias celebrativas del camino; la importancia de la formación experiencial e intelectual de los catequistas y su pertenencia a una comunidad donde se encuentre personal y comunitariamente con Jesucristo a través de la Palabra de Dios y el compartir con los hermanos; una catequesis misionera e integral, significativa, que toque la vida del hombre para transformar así la sociedad.

Todos los congresistas asumimos el compromiso de salir del cenáculo del Congreso, a imagen del primer Pentecostés, llenos del Espíritu Santo, para encender fuegos nuevos de renovación y esperanza en todo el país. Fuimos enviados desde el Congreso a anticipar la aurora y construir la esperanza en la catequesis de nuestras comunidades.

El Congreso Nacional fue una instancia de culminación de un tiempo de preparación que se inició en el año 2009 y a la vez un punto de partida para la construcción de un mundo nuevo en la catequesis de nuestro país.

 

Juan Manuel Romero
Proceso Comunitario para la Confirmación
Movimiento de la Palabra de Dios